Siendo 4.000 millones de usuarios los que utilizan el email en el mundo, ¿no deberíamos aprovecharnos de esta plataforma? Hoy dedicamos uno de nuestros hacks a cómo hacer una buena estructura de correo electrónico, potenciando así tu estrategia de email marketing.

Nuestro correo electrónico, sea del tipo que sea, debe constar de tres partes: el encabezado, el cuerpo del texto y el cierre.

Puedes currarte un texto perfecto que si tu encabezado no llama la atención del usuario, ignorarán tu email y no llegará ni a abrirlo, por lo que, inicialmente, debemos volcar todos nuestros esfuerzos en hacerlo atrayente, lo que implica, claramente, ponerte en su lugar antes de escribirlo. El encabezado tiene tres partes:

  1. Remitente: lo ideal es que aparezca el nombre de una persona, mejora la tasa de apertura. Todos rechazamos cuando quien nos escribe es una empresa.
  2. Asunto: es una de las partes más analizadas por los filtros anti-spam, por lo que debemos tener cuidado con ella. Tenemos que preguntarnos cómo llamar la atención y escribirlo de manera corta y directa. Despierta la curiosidad, escribe algo provocativo, haz referencia a un beneficio de tu negocio. Puedes hacer pruebas A/B con diferentes frases y descubrir cuál mejora tu tasa de apertura.
  3. Preencabezado: o lo que es lo mismo, la frase que aparece debajo del asunto, es frecuente descuidar esta parte, pero, teniendo la oportunidad, ¿por qué no aprovecharla? Sigue atrayendo al usuario y continúa con la idea que muestras en el asunto.

Si consigues completar esta primera parte satisfactoriamente, tendrás a un destinatario inmerso leyendo tu correo, lo que me lleva a la segunda parte, el cuerpo del texto. Ahora debes implicarte en resolver unas preguntas: “¿Qué me gustaría leer si recibiera este correo? ¿Qué me espero después del asunto?”. Varios tips:

Si la persona que recibió tu correo electrónico llega hasta aquí, ¡enhorabuena! Has conseguido generar el interés deseado, ahora debes aprovechar el cierre y llevarte al usuario a tu terreno. Desde GROWTH aconsejamos:

Por último y no menos importante, ¡revísalo a fondo!