Elon Musk, la persona más rica del mundo, es ahora el mayor accionista externo de Twitter tras comprar una participación del 9,2%, por valor de 2.900 millones de dólares, según el precio de cierre del pasado viernes. Las acciones de Twitter se dispararon un 27% tras conocerse su inversión, lo que significa que Musk ha ganado más de 1.000 millones de dólares en tan solo 15 días.
Desde hace tiempo Musk está bastante obsesionado con Twitter. Además de sus típicos tuits sobre sus compañías, viajes a Berlín o para manipular el precio de acciones o criptomonedas, el CEO de TESLA también ha opinado sobre la estrategia empresarial de Twitter. Hace poco preguntó a sus seguidores si creen que Twitter se adhiere a los principios de la libertad de expresión, o si debería hacer su algoritmo open-source.
En una ocasión, y en su línea de amor-odio respecto a las criptomonedas, mostró su asombro por el hecho de que Twitter estuviera empleando recursos de ingeniería en integraciones de NFT en lugar de combatir a los estafadores de criptomonedas.
El hecho de que recientemente haya considerado la posibilidad de crear una red social rival y su constante atención al modelo de Twitter, hace que los analistas del sector se muestran escépticos sobre si Musk planea mantenerse al margen durante mucho tiempo.
"Esperamos que esta participación pasiva sea sólo el comienzo de conversaciones más amplias con el consejo/la dirección de Twitter que, en última instancia, podrían conducir a una participación activa y a un posible papel más agresivo en la propiedad de Twitter", Dan Ives, de Wedbush Securities.
El CEO de Twitter, Parag Agrawal, y el cofundador, Jack Dorsey, dieron la bienvenida a Musk al consejo de administración de la compañía. En un tuit el martes, Agrawal dijo que "a través de las conversaciones con Elon en las últimas semanas, nos quedó claro que aportaría un gran valor a nuestro Consejo".
Añadió que "como apasionado creyente e intenso crítico" de Twitter, es "exactamente lo que necesitamos". Más tarde Musk respondió diciendo que estaba deseando hacer cambios en el gigante de las redes sociales.
Todavía no sabemos lo que Musk tiene preparado para Twitter. Pero si tratara de imponer un enfoque más laxo en la moderación de contenidos, iría en contra de la creciente corriente que exige a las redes una mayor represión de las paparruchas y el discurso de odio Una decisión que metería a Twitter en una batalla complicada con los reguladores.
Por ahora, sin embargo, Musk está encantado de hacer de troll. Anoche publicó una encuesta en la que preguntaba a los usuarios de Twitter si querían un botón de edición. ¿Las dos opciones? "Yse" y "On".