Google ha anunciado el inicio de un proceso para modificar el rastreo de publicidad en Android. Es decir, la plataforma móvil de Google sigue el camino trazado por el bloqueo de rastreadores de Apple en iOS el año pasado.
El cambio unilateral de Apple obligó a las aplicaciones de iOS a pedir permiso explícito a los usuarios para rastrear su actividad, un cambio unilateral que afectó de forma significativa a los ingresos de muchos gigantes como Facebook, Snapchat o YouTube.
Aunque las comparaciones con el bloqueo de rastreadores de Apple en iOS son claras, la estrategia de Google también es sustancialmente diferente. Está está condicionada tanto por su modelo de negocio como por el temor a nuevas demandas antimonopolio.
Google se enfrenta actualmente a una demanda antimonopolio que alega prácticas desleales en la forma en que ejecuta las subastas de anuncios digitales. Con las acusaciones de un monopolio publicitario ya sobre la mesa, es poco probable que Google elimine al 100% la capacidad de los competidores para ejecutar anuncios efectivos en Android.
Son muchas las teorías que describen el futuro del negocio de la publicidad digital, pero algo es cierto, quienes definen las cookies, los bloqueos, las regulaciones y los parámetros de una sesión de usuario son sistemas sobre los que navegamos. Ya sean Apps o navegadores. Es decir, parece seguro que la publicidad digital camina cada vez más deprisa hacia Walled Garden.