Hace casi seis meses que la empresa antes conocida como Facebook cambió su nombre por el de Meta, un guiño a sus ambiciones en el metaverso y una inteligente estrategia para cooptar los términos popularizados por Web3, a pesar de que luego viola los principios más elementales de dichos términos.

Este lunes la empresa dio a conocer los detalles de cómo planea monetizar su aplicación del metaverso Horizon Worlds, iniciando una fase de pruebas que permitirá a algunos creadores vender artículos a los usuarios. Un aspecto concreto del anuncio fue objeto de atención: el hecho de que Meta se lleve un 47,5% de cada transacción.

Por cada artículo vendido en Horizon Worlds, un 30% de la cantidad va a Meta a través de la plataforma Oculus, y el 25% restante va a la Meta App Store. Esto es más que la tan criticada tasa del 30% de la App Store de Apple, y mucho más que lo que los comerciantes de NFT suelen pagar. Por ejemplo, en el espacio NFT, el marketplace OpenSea se lleva solo un 2,5% de cada transacción.

Para aclarar, los artículos que vende Meta no son NTFs. Son más parecidos a los skins y animaciones que actualmente se pueden comprar en juegos como Fortnite. Y es que el metaverso que Meta está construyendo compite con metaversos cripto-nativos como Sandbox y Decentraland, donde los artículos de dichos mundo digitales se poseen como NFTs.

Para muchos, el atractivo de un metaverso comienza con la descentralización. La gente se siente atraída por la idea de poder poseer activos virtuales y comerciar con ellos libremente. El metaverso de Horizon Worlds ignora esto por completo.

El director de tecnología de Meta, Andrew "Boz" Bosworth, tuiteó esto recientemente: "Estamos cumpliendo nuestro objetivo de garantizar que los desarrolladores tengan un camino hacia el éxito financiero real en nuestra plataforma. Aún es pronto, queda mucho trabajo por hacer y seguimos colaborando estrechamente con nuestros creadores y desarrolladores para que puedan obtener ingresos significativos".

En el centro de la cuestión hay un punto filosófico sobre cómo deben construirse los metaversos, si deben ser cerrados o abiertos. Un metaverso cerrado es aquel dirigido por una autoridad central, en el que las tierras y los objetos son propiedad de la empresa que ha construido el mundo. Un metaverso abierto permite a la gente comprar y poseer objetos como NTFs, e intercambiarlos por criptodivisas o monedas FIAT.

El argumento de los detractores de Meta es que los metaversos abiertos serán sociedades virtuales más orgánicas en comparación con los metaversos diseñados de forma centralizada como Horizon Worlds. Los defensores de las criptomonedas afirman que la compra de un objeto en un mundo virtual en forma de NFT te permite poseerlo de verdad: puedes venderlo, comerciar con él o mantenerlo como inversión, al igual que los objetos de la vida real.

Todavía se desconoce mucho sobre cómo será Horizon Worlds. Meta ha dicho en el pasado que los NFT se integrarán, al menos de forma limitada, en su metaverso. Asimismo, se rumorea que la compañía trabaja en una moneda virtual.

El CEO de Nvidia cree que la economía del metaverso será mayor que la del mundo real. Lo que no dice, pues nadie lo sabe, es cómo será esta economía. Lo que parece claro es que estamos presenciando algo grande, la creación de un nuevo mundo en donde nuestras vidas serán físicas y digitales. Apasionante.