Todos conocemos los bots de Twitter y LinkedIn... Pero hay una nueva tendencia que está evolucionando: los virtual influencers. Personajes digitales con rasgos humanos que ya son la última capa en la construcción de marca. Y ojo, con los que millones de personas en todo ya se relacionan.

Que los robots se hagan con el mundo es un temor derivado del cine de ciencia ficción que en su día hizo reflexionar a la gente. Sin embargo, hoy ha pasado de ser una idea lejana a ser una realidad tangible.

Aunque probablemente aún falten muchos años para que vivamos entre robots en el mundo físico, en la esfera digital, la interacción H2R (Human 2 Robot) lleva años siendo una realidad. Todos conocemos los bots de Twitter y LinkedIn... Pero hay una nueva tendencia que está evolucionando: millones de personas en todo el mundo siguen y se relacionan con influenciadores virtuales, o virtual influencers.

Pero, ¿qué son los influenciadores virtuales?

Los influenciadores virtuales son "personas" ficticias generadas por ordenador que tienen características, rasgos y personalidades realistas de los humanos. Detrás de cada uno de ellos hay creadores inteligentes sin rostro que se encargan de hacer crecer sus plataformas y de moldear estas figuras virtuales. Sus creadores eligen su aspecto, su forma de vestir y de actuar. También deciden con quién se juntan, salen, se pelean y colaboran.

Esta tendencia, que ya ha ganado popularidad en varios países asiáticos, comienza a hacer furor en Estados Unidos y Europa, logrando atraer a las grandes marcas. Algunas de las cuentas de influencers virtuales más populares ya han superado el millón de seguidores, ya que cada vez más personas encuentran atractivo interactuar con estos entes virtuales.

En Corea del Sur, Japón y China se han utilizado en innumerables campañas de marcas, y algunas, como la cantante virtual Hatsune Miku, agotan las entradas para sus conciertos en los que el público ve a la cantante virtual actuando como un holograma.

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En Estados Unidos, el éxito arrollador de Lil Miquela, que acaba de convertirse en embajadora de la marca PacSun y que cobra hasta 10.000 dólares por un post patrocinado, ha hecho que muchos artistas se interesen por esta nueva forma de creatividad.

Esta nueva forma de expresión les da la posibilidad de jugar, estirar sus músculos creativos y además embolsarse derechos de autor jugosos y muy reales. No hay nada que no guste.

Al permitir que las personas interactúen entre sí en mundos virtuales inmersivos y tridimensionales, el metaverso ofrece una alternativa a la interacción social en la vida real. La Web3 y las redes sociales del metaverso nos permitirán crear representaciones tridimensionales de nosotros mismos, avatares, ya sean basados en nuestro parecido físico o en una representación más creativa que visualice aspectos de nuestra personalidad que quizá no mostremos en la vida real.

Ya ha habido eventos que ofrecen una visión de lo que puede ser este futuro. Por ejemplo, la Semana de la Moda del Metaverso (MVFW). El evento se celebró en Decentraland y contó con influencers virtuales que modelaron prendas digitales de algunos de los principales nombres de la industria de la moda. Estos objetos digitales se podían comprar como artículos digitales en formato NFT, artículos que luego podías usar en tu avatar. Además, algunas de estas piezas tenían gemelos físicos, lo que permitía a la persona real detrás del avatar construir en paralelo su personalidad social, tanto en el plano digital como en el físico.

Aquellas marcas que ya han utilizado influencers virtuales comienzan a entender las infinitas posibilidades que ofrece esta nueva forma de comunicación. Los influencers virtuales de marca bien usados serán la representación visual completa de una marca y sus valores, pero con un toque especial. Tus clientes podrán interactuar con ellos. Son, en definitiva, la última capa a la imagen de una marca al mismo tiempo que una nueva herramienta en la construcción de la relación de ésta con su audiencia objetivo.

Eso sí, los influencers reales seguirán teniendo un lugar. El marketing de influencers funciona porque un tercero recomienda la marca en lugar de que la marca se recomiende a sí misma, también funciona porque el influencer actúa como intermediario entre la marca y el cliente, y el cliente suele relacionarse de forma más natural con dicho influencer.

Aunque hay diferencias obvias entre los influenciadores reales y los virtuales, la gente experimenta e interactúa con ambos de la misma manera. El éxito se reduce a una buena narrativa.

Joven sorprendido