Lejos queda ya aquello de “la red social de los bailes y las coreografías”. Porque TikTok cada vez tiene menos tanto de una como de la otra. El que ya podemos denominar como gigante de la publicidad digital calienta para salir como titular con la función TikTok Shop al comercio estadounidense durante la temporada de compras navideñas.

Con una audiencia publicitaria que supera ya los mil millones de usuarios y mientras, en contraste, Meta da pasos atrás en esto de las compras en línea, TikTok se lanza a demostrar que también puede petarlo en ventas y seguir cautivando así a marcas y empresas de cualquier tamaño.

Por cierto, que si tú también quieres aprovechar las oportunidades de TikTok para llegar a tus clientes, ¡nuestra Guía TikTok puede servirte de gran ayuda! Echa un vistazo a la landing y mira cómo nuestro Edu Celorio, meses atrás, ya veía venir este pastel que tan mal debe de olerle a Amazon.

La funcionalidad, que ya estuvo entrenando en geografías como Reino Unido o Indonesia en fase de pruebas, se estrena esta semana en Estados Unidos permitiendo a los usuarios realizar compras sin salir de la app.

La maquinaria comenzó a encenderse este verano, con las compras en vivo -donde las marcas fomentan la venta en tiempo real- o las nuevas colecciones de anuncios para incluir tarjetas de productos, por no hablar de la la reciente asociación con TalkShopLive o sus ofertas de empleo en el área de logística o atención al cliente.

En estos momentos, la plataforma está acercándose a empresas estadounidenses para animarlas a participar en esta nueva y prometedora etapa en lo que a venta se refiere para marcas de cualquier tamaño. Pero no todo queda aquí…

Siri y Alexa, ¡temblad!

La patente “Realización de pedidos de las compras en TikTok” solicitada por ByteDance, la matriz de TikTok, hace saltar todas las alarmas.

Probablemente, pronto podamos no solo comprar mientras disfrutamos de los contenidos que comparte nuestra comunidad -y los que decide el algoritmo- sino hacerlo mediante voz.

Aunque la patente es muy genérica (y también podría contemplar el control a distancia de gadgets del hogar o búsqueda de información en línea), todo apunta a que esta es otra más de las apuestas de la plataforma por impulsar las ventas sin salir de su app.

Elon Musk en oficina de Twitter

En una carta abierta publicada en Twitter, Musk explicó su visión a los anunciantes y les pidió que permanecieran en su plataforma: "Obviamente, Twitter no puede convertirse en un caos en el que se pueda decir cualquier cosa sin consecuencias. Twitter aspira a ser la plataforma publicitaria más respetada del mundo, capaz de potenciar tu marca y hacer crecer tu empresa".

El problema es que internet tenía otros planes. Según el Network Contagion Research Institute (NCRI), el uso de la "N word" (el insulto racista prototípico en EE. UU.) aumentó un 500% en las 12 horas siguientes al anuncio de Musk sobre la compra de Twitter. A su vez, el Washington Post informó de ordas de trolls se unieron para probar los límites de las políticas de moderación del nuevo Twitter.

La situación escaló hasta el punto que LeBron James tomó castas en el asunto. El campeón de la NBA tuiteó lo siguiente: "No conozco a Elon Musk y, a decir verdad, no me importa quién es el dueño de Twitter. Pero diré que si esto es cierto, espero que él y su gente se lo tomen muy en serio porque esto da miedo. Tanta maldita gente inadaptada diciendo que el discurso del odio es libre".

Ante esta situación Musk y su equipo se defendieron con datos. Según estos, el problema del discurso de odio en Twitter tiene su raíz en cuentas falsas. Los conocidos bots tan usados por los partidos políticos para crear climas de confrontación entre los ciudadanos.

Mientras todo esto sucede, mientras se asienta la tormenta en Twitter, algunas empresas han suspendido su gasto publicitario en la plataforma. Quieren ver si el contenido inapropiado y odioso ese va de las manos bajo la nueva propiedad de Musk.

Banner de Un Café con GROWTH. Entrevistas a gente que mola

El fundador del gigante publicitario WPP y presidente de S4 Capital, Martin Sorrell, dijo: "Todavía no está claro por parte de Elon Musk dónde está la moderación. Los clientes no quieren conflictos, no quieren controversia. Quieren un entorno estable, y lo que hemos visto en la última semana más o menos es demasiada inconsistencia".

En la misma linea, Morning Brew informó la semana pasada que otra de las “Cuatro Grandes” agencias mundiales, Interpublic Group (IPG), ha recomendado a sus clientes pausar temporalmente el gasto publicitario en Twitter.

Los temores de los anunciantes se agravaron cuando Musk lanzó un tuit en el que cuestionaba la naturaleza del violento ataque a Paul Pelosi, el marido de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Musk luego borró el tuit, pero el daño ya estaba hecho. Musk dijo en su tuit que: "Hay una pequeña posibilidad de que haya más en esta historia de lo que parece" mientras incluía un link a un artículo que afirmaba que el atacante era alguien que Paul Pelosi conoció en un bar gay. 

Lo que está claro es que hasta que Musk no establezca un enfoque más concreto para la moderación de contenidos de Twitter, los ingresos de la compañía estarán en la cuerda floja.

Vermos qué nos depara está nueva estápa de Twitter, guiada por el autoproclamado salvadore de la humanidad y absolutista de la liberta de impresión. Nosotros tenemos las siguientes preguntas. ¿Conseguirá eliminar las cuentas falsas? ¿Conseguirá que los usuarios de Twitter estén ligados a perfiles personales, y por ende, sean responsables de sus palabras? ¿Conseguirá hacer rentable Twitter?

No lo sabemos, pero cerramos con nuestra predicción. Twitter seguirá siendo relevante para la discusión política y las nuevas plataformas que ahora suenan como alternativa no conseguirán ser más que pequeñas anécdotas.

Chica feliz con carrito de supermercado